viernes, 27 de julio de 2012

CANCER DE OVARIO

El cáncer de ovario es conocido como el asesino silencioso porque en sus estados incipientes es asintomático.

Cuando produce síntomas es cuando se haya en estadios avanzados como el 4, por ello los que generalmente efectúan el cáncer de ovario son los gastroenterólogos, porque la mujer va a esos especialistas por presentar intolerancia digestiva, por ejemplo, pérdida de apetito, naúseas y vómitos generados por la obstrucción intestinal generada por las metástasis en el área intestinal generadas por el cáncer de ovario.
Desgraciadamente, en esa etapa,  la sobrevivencia es de un 20%, siendo lo más que puede hacerse radio y quimioterapia.


La sobrevivencia es de dos o tres años a partir del diagnóstico a partir de aplicarse el tratamiento antes mencionado.
Por eso el ultrasonido transvaginal de rutina en las pacientes mayores de 50 años, tratando de buscar quistes de ovario debe ser efectuado al menos anualmente.
Se considera que todo quiste de ovario en pacientes mayores de 50 años es maligno mientras no se demuestre lo contrario.
Es necesaria la laparotomía ginecológica para precisar la naturaleza de dicho tumor, con el objeto de mandar la pieza a anatomía patológica para su evaluación y precisar la naturaleza de la lesión e identificar si es benigna o maligna.


Los síntomas pueden incluir:
  • Sensación de peso en la pelvis
  • Dolor en la parte baja del abdomen
  • Hemorragias vaginales
  • Aumento o pérdida de peso
  • Períodos menstruales anormales
  • Dolor de espalda sin explicación que empeora
  • Gases, náusea, vómitos o pérdida del apetito

CAUSAS

Actualmente, se desconoce cómo y porqué aparece el cáncer de ovario. Sin embargo, se conocen diversos factores hormonales y reproductivos que pueden favorecer su aparición como la infertilidad o un número pequeño de embarazos. Los factores genéticos son determinantes tan sólo en un 10-15% de los casos. En estos casos se asocian el cáncer de mama y el de ovario en una misma familia o, incluso, en una misma persona. Se sospecha que algunos factores ambientales como la grasa de la dieta, la utilización de polvos de talco o algunas infecciones por virus, pueden tener alguna importancia en la aparición de esta enfermedad. Se estima que el 1.5% de las mujeres son diagnosticadas de esta enfermedad a lo largo de toda su vida. Aunque el cáncer de ovario se puede presentar en la juventud, la inmensa mayoría de los casos ocurren después de la menopausia.

PREVENCIÓN

El cáncer de ovario es menos frecuente en las mujeres que han tenido varios hijos. También es menos frecuente entre las mujeres que han tomado anovulatorios orales durante años. No obstante, ningún estudio ha demostrado que esa menor probabilidad de cáncer de ovario en las mujeres que han tomado anticonceptivos se vea compensada por otros efectos secundarios como el aumento de incidencia de enfermedades cardiovasculares y, posiblemente, de otros tumores. Por eso no está justificado su uso preventivo en la población general. Un caso especial son las mujeres de muy alto riesgo, como aquellas con un síndrome hereditario de cáncer de mama y ovario (BRCA), en las que se está estudiando el papel protector de los anovulatorios e incluso, puede proponerse a la paciente, la extirpación de ambos ovarios a los 35 años si ya ha cumplido sus deseos de descendencia.

TRATAMIENTOS

El factor que más condiciona las posibilidades de éxito en el tratamiento del cáncer de ovario es una cirugía que elimine completamente el tumor. En la mayoría de los casos se extirpa por completo el útero y ambos ovarios, se quitan o se biopsian los ganglios regionales, y se toman citologías y biopsias de todo el interior del abdomen. En mujeres jóvenes con tumores muy precoces y que quieran tener hijos puede, algunas veces, optarse por una cirugía conservadora que preserve la fertilidad. Salvo en casos de tumores poco agresivos y en fases muy precoces siempre se administra quimioterapia después de la operación. El cáncer de ovario en sus fases iniciales es altamente curable. En sus fases intermedias y avanzadas los resultados de supervivencia son peores pero han mejorado mucho en los últimos años. En cualquier caso, sigue siendo el tumor ginecológico que más muertes causa. Además de los avances que se produzcan en el tratamiento, la disminución de muertes por esta enfermedad podría venir de la prevención y el diagnóstico precoz.




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