El cáncer cervical, carcinoma del cérvix o del cuello uterino incluye las neoplasias malignas que se desarrollan en la porción fibromuscular inferior del útero que se proyecta dentro de la vagina. El cáncer cervical o de cérvix uterino es el segundo tipo de cáncer más común en mujeres. Es el más frecuente en países en vías de desarrollo como Venezuela, diagnosticándose más de 400.000 casos nuevos cada año a nivel mundial. La edad media de aparición es a los 45 años.
El cáncer del cuello uterino en Venezuela, es un
problema nacional, es la primera causa de muerte por cáncer en la mujer
venezolana desde hace más de cuatro
décadas produciendo 2.500 muertes anualmente, su incidencia es de 27 casos por 100.000 habitantes, especialmente en los estratos más pobres y con menor acceso a la información, educación sanitaria y a la asistencia, como son las áreas rurales.
DESCRIPCIÓN:
La gran mayoría de cánceres cervicales son carcinomas de células escamosas (planas) que revisten el cérvix. El desarrollo de cáncer de cérvix es gradual y toma años. Las primeras anormalidades detectables en las células superficiales del cérvix se denominan displasias, que es un estado anterior a la malignidad. Ésta podrá evolucionar a cáncer preinvasivo, que sólo se propaga a las capas más superficiales del cérvix, y posteriormente se extiende a las capas más profundas y a otros órganos de la pelvis.
Causas
No se conoce una causa, pero se identifican diversos factores que aumentan el riesgo de este cáncer: la iniciación sexual temprana (anterior a los 18 años), la multiplicidad de parejas sexuales y la maternidad antes de los 16 años. También aumentan el riesgo las infecciones por el HPV (papiloma virus), HIV y herpes genital.
Signos y Síntomas
En su primera fase, el cáncer cervical no presenta síntomas. Cuando el cáncer comienza a invadir, destruye vasos sanguíneos que irrigan el cérvix. Esto suele manifestarse en pequeñas pérdidas entre los períodos menstruales, después de las relaciones sexuales o después de instalada la menopausia. Descargas vaginales acuosas, rosadas, amarronadas, con hilos de sangre y mal olor también son indicativos a tener en cuenta. Si la enfermedad ha avanzado, puede presentarse falta de apetito, pérdida de peso, fatiga, dolor de espalda o de piernas.
Tratamiento
Las opciones dependerán de la extensión y tipo del cáncer, de la edad de la paciente, su estado de salud general y sus posibilidades de embarazos futuros. La cirugía puede abarcar desde un procedimiento localizado en casos de carcinomas superficiales hasta una histerectomía radical (extirpación del útero y ganglios linfáticos de la pelvis) para los casos de cáncer invasivo que se ha extendido más allá del cuello. La criocirugía también puede ayudar en cánceres preinvasivos. Antes y después de la cirugía, se puede indicar radioterapia o una asociación de ésta con quimioterapia.
Prevención:
El cáncer cervical es de prevención sencilla. Existe un examen que cumple con todos los patrones ideales de lo que constituye un método de pesquisa: la prueba de Papanicolaou con citología vaginal; es un procedimiento económico, masivo, altamente sensible y bastante inocuo. Toda mujer, al año de iniciar la actividad sexual, debe realizarse su primera citología, sea cual sea la edad y, por supuesto, mínimo hasta los sesenta años.
De hecho, en la mayoría de los países se tiene como política de Estado incluir entre los planes de salud la realización masiva de citologías a todas aquellas personas que se consideran de riesgo.
VPH Y CANCER DE CUELLO UTERINO
¿Cuál es la relación entre la infección por virus del papiloma humano y el cáncer?
Las infecciones persistentes por VPH se consideran ahora como la causa prácticamente de todos los casos de cáncer cervical así como de la mayoría de los casos de cáncer de ano. Se calculó que, en 2011, más de 12 000 mujeres en Estados Unidos serían diagnosticadas con cáncer cervical y que más de 4 000 morirían a causa del mismo. El cáncer cervical es diagnosticado en cerca de medio millón de mujeres cada año en el mundo, y cobra 250 000 vidas anualmente.
Aunque el cáncer de ano no es común, más de 5 000 hombres y mujeres en Estados Unidos se espera que serán diagnosticados con la enfermedad en 2011, y que 770 personas morirán por él.
La infección genital por VPH causa también algunos cánceres de vulva, de vagina y de pene . Además, la infección oral por VPH causa algunos cánceres de orofaringe (la cual es la parte central de la garganta, que incluye el paladar blando, la base de la lengua y las amígdalas .
Se ha calculado que la infección por VPH representa aproximadamente 5% de todos los cánceres en el mundo .
¿Hay tipos específicos de VPH relacionados con el cáncer?
Tanto los VPH de alto riesgo como los de bajo riesgo pueden causar el crecimiento de células anormales, pero solo los tipos de VPH de alto riesgo pueden resultar en cáncer. Es importante mencionar, sin embargo, que la mayoría de las infecciones por VPH de alto riesgo desaparecen por sí solas y no causan cáncer.
Se han identificado al menos 15 tipos de VPH de alto riesgo, entre los que se incluyen el 16 y el 18. Estos dos tipos de VPH juntos causan cerca de 70% de todos los cánceres cervicales. Además, la infección con los VPH de alto riesgo, principalmente por el tipo 16, causa cerca de 85% de los cánceres de ano.
Algunos cánceres de orofaringe son causados también por la infección por VPH—casi exclusivamente por el tipo 16 de los VPH.. La proporción de los cánceres causados por los VPH es posible que varíe según la región geográfica. Se están realizando estudios para evaluar esta afirmación.
¿Cuáles son los factores de riesgo de infección por VPH y del cáncer cervical?
Tener muchas parejas sexuales es un factor de riesgo de infección por VPH. Pero, la mayoría de las infecciones por VPH desaparecen por sí solas sin causar alguna anomalía. Sin embargo, aun entre mujeres que presentan cambios anormales en las células cervicales por un tipo de infección persistente por los VPH de alto riesgo, la probabilidad de que se forme el cáncer cervical es poca, aun cuando no se dé tratamiento a las células anormales. Como regla general, en cuanto más graves sean los cambios celulares anormales, mayor será el riesgo de padecer cáncer.
Además, el hecho que una mujer infectada por VPH padezca cáncer cervical parece depender de una variedad de factores que actúan juntos con las infecciones por los tipos de VPH de alto riesgo. Los factores que pueden incrementar el riesgo de cáncer cervical en mujeres infectadas persistentemente por tipos de VPH de alto riesgo son el fumar y tener muchos hijos.
¿Puede evitarse la infección por virus del papiloma humano?
La forma más segura de eliminar el riesgo de una infección genital por VPH es abstenerse de cualquier contacto genital con otra persona. Para quienes son activos sexualmente, una relación larga, mutuamente monógama, con una pareja no infectada es la estrategia que con más probabilidad puede prevenir la infección por VPH. Sin embargo, es difícil determinar si la pareja que ha sido activa sexualmente en el pasado está infectada actualmente por el virus.
Las investigaciones han indicado que el uso correcto y constante del condón puede reducir la transmisión de VPH entre parejas sexuales . Sin embargo, ya que las zonas que no están cubiertas por un condón pueden infectarse por el virus , es posible que los condones no proporcionen una protección completa contra la transmisión de una infección.
La Administración de Alimentos y Drogas (FDA), ha aprobado dos vacunas para prevenir la infección por VPH: Gardasil® y Cervarix®. Ambas vacunas son altamente efectivas para prevenir infecciones por los tipos 16 y 18 de VPH, dos VPH de alto riesgo que causan cerca de 70% de los cánceres cervical y anal. Gardasil previene también contra la infección por los tipos 6 y 11 de VPH, los cuales causan 90% de las verrugas genitales ( . Más información sobre este tópico está disponible en la hoja informativa del NCIVacunas contra los virus del papiloma humano.